El teatro de títeres es muy antiguo. El
arqueólogo francés Gayet Jelwis encontró ya en una tumba egipcia una estatuilla
de la diosa Isis articulada con hilos. Los asirios, los caldeos y aún más los
orientales usaron títeres desde hace muchos siglos.
En general, son de tres tipos:
de guantes o guiñoles,
de hilos o marionetas y de sombras (manos o siluetas
recortadas manipuladas con varillas).
Los muñecos articulados también son
frecuentes en la Edad Media y el Renacimiento europeos, y en Inglaterra
fue muy popular en la época isabelina. Luego se desarrollaron personajes
característicos, como Punch y Judy, igual que de Italia exportaron personajes
de la Commedia dell’Arte, como Pulcinella.
MARIONETAS
¿De dónde viene la palabra
"marioneta"?
Proviene del francés marionnette, que alude a una imagen
de madera, cartón, tela u otro material que representa una figura o un animal,
articulado o no, accionado mediante la mano o por medio de hilos. Se utilizaron
en Egipto y China, y se extendieron como juguete entre los niños en la Grecia
del siglo de Pericles (s. V a. de C.), donde además se usaban para rituales
religiosos en forma de figuras de barro tiradas por cuerdas. Durante la Edad
Media, las marionetas alcanzaron gran auge en los teatros ambulantes, y
aparecieron tipos sociales como el polichinela inglés o Punch, el turco o
Karagöz, etc.. En castellano se registra esta palabra desde el siglo XIX, pero
hasta 2001 no tiene su actual acepción, como sinónimo de “títere”, es decir,
"muñeco de pasta u otra material que se mueve por medio de hilos y otros
procedimiento". Y también, según la RAE, se usa la expresión
"marioneta" para designar a la “persona que se deja manejar
dócilmente”.
Por su parte, el término "títere" procede del griego titupos, que significa "mono pequeño", posiblemente porque el movimiento de la marioneta puede recordar al de un mono.
Por su parte, el término "títere" procede del griego titupos, que significa "mono pequeño", posiblemente porque el movimiento de la marioneta puede recordar al de un mono.
Para estudiar la historia del teatro hay, pues, que estudiar,
inevitablemente, la historia de las religiones. Las primeras representaciones
teatrales son las litúrgicas, pues teatro y religión van unidos en sus inicios.
El primer sacerdote es el primer actor, el primer escenario es el primer altar
y los primeros fieles son los primeros espectadores. Cuando ante el misterio de
la naturaleza hay que crear una figura que la represente, nace el primer ídolo.
El ídolo no sólo es la representación del dios en la tierra: el ídolo es la
excusa para que a su alrededor se monte un espectáculo, con luces, sus sonidos,
sus declamaciones. Al nacer el primer ídolo articulado nació el teatro de
muñecos. Pero hay que distinguir entre uno y otro, y no confundir ídolo con
muñeco.
La marioneta, que remeda al hombre vivo rompe sus proporciones, que altera
su dimensión, fue en opinión de Paul McPharlin, “el siguiente paso” de la
máscara. La máscara y la marioneta pudieron ser encarnaciones simultáneas del
espíritu mágico y cumplir funciones rituales distintas, sin romper por eso su
parentesco.
En lo que concierne al arte y al teatro de los muñecos están todos los
autores generalmente de acuerdo que en situar sus inicios en Egipto; de donde
pasó a Grecia, particularmente en el arte del mimo que practicaban los helenos.
En Grecia los muñecos animados eran llamados con el nombre de “Neuropasta”
y en las ferias y fiestas representaban espectáculos profanos que atraían una
multitud de espectadores Xenofonte, en el Symposium, nos cuenta que no sólo
actuaban muñecos que representaban figuras humanas sino que también se
representaban los personajes de la mitología, los centauros, los muñecos, los
faunos… Las pantomimas que se representaban con muñecos eran tanto o más
apreciadas que las de actores.
Herodoto, historiador de la antigüedad, consigna las representaciones de
muñecos animados en los espectáculos religiosos en Grecia y en el antiguo
Egipto, y sabemos que las tragedias de Eurípides se representabas en el teatro
de Dionisios. Xenofonte, además habla de un titiritero de Siracusa llamado
Poteinos, que movía muñecos en el mismo teatro en el que se representaba a
Eurípides.
El más conocido manipulador de muñecos griegos ha sido Photino. Su
popularidad ha llegado hasta nosotros a través de múltiples citas de los
autores de la época. Hay alusiones a las marionetas en los escritos de
Aristóteles, Apuleyo, Marco Aurelio, Petronio. San Agustín anota una
representación de marionetas en la Roma decadente. A Photino le habían
autorizado los actores a actuar con sus artistas de madera en el teatro de
Dionisios, al pie de la acrópolis. Se había instalado, sin duda para ser mejor
visto por la asistencia, sobre el thymele, el altar del dios que cada teatro
griego tenía en el centro de la orquesta.
Arquímedes tuvo tiempo, entre tantas y tantas complejas ocupaciones como
debía de tener, de diseñar y construir complicados muñecos con extraños
mecanismos, con los que lograba imitar todos los movimientos humanos. Por
desgracia no ha llegado hasta nosotros más que la descripción de los
movimientos desarrollados, pero ninguna sobre los mecanismos que los
impulsaban. Es decir, sabemos el qué, pero no el cómo.
En cuanto a los muñecos en sí mismos, estaban suspendidos por la cabeza a
una vara metálica, con lo que se parecían acaso a las marionetas actuales que
se fabrican en Lieja y en Sicilia.
Ya en el tiempo de Pericles las representaciones que se daban en la plaza
pública de la ciudad o de la pequeña población eran seguidas siempre por una
enorme cantidad de público, niños y adultos. Esa es la característica del
teatro de muñecos de esa época y de casi todas las épocas: sirve para divertir
indistintamente a los pequeños y a los mayores. En tiempos de Sófocles consta
que los muñecos no actuaban sólo en Atenas, sino que recorrían todos los
pueblos.
En Atenas, a finales del siglo V antes de Cristo, el muñeco es sujeto de
controversia entre los que gustan de sus espectáculos y de los que, como
Aristóteles, no ven en él más que puerilidad. Se indigna, porque personalidades
importantes se interpretan por los muñecos y los hacen representar en el curso
de banquetes para la distracción de sus invitados.
Es innumerable la cantidad de títeres para niños que se han encontrado en
las sepulturas infantiles griegas. Era costumbre de la época enterrar a los
difuntos con sus objetos personales más queridos, y lógicamente enterraban a
los niños con sus juguetes más preciados, su marioneta.
De Grecia pasa la tradición del teatro de muñecos articulados a Roma. Los
muñecos griegos son los que los romanos llevaron de sus conquistas. El origen
de los muñecos en Roma está indiscutiblemente en Grecia.
Entre los romanos el teatro de muñecos (como el resto de las expresiones
teatrales) no estuvo excesivamente considerado. Sus actuaciones fueron pronto
asimiladas a los juegos del circo, consentidas y estimuladas para el populacho
por cálculo político. Las marionetas no podían faltar en la Roma imperial, como
no han faltado en ninguna época en ninguna ciudad. Los romanos, sin embargo, en
su gravedad, en su orgullo de ciudadanos privilegiados, en su conciencia de
domadores del mundo, tenían prohibido dedicarse a estas artes del mundo, tenían
prohibido dedicarse a estas artes menores que desprestigiaban al hombre: las
artes de distraer a los otros hombres. Y así los actores (y entre ellos los
marionetitas, claro) no podían ser ciudadanos romanos. Se podía ser mago,
charlatán, actor o marionetista, sólo en dos casos: o siendo extranjero o
siendo esclavo.
Es triste saber que el gran esplendor que vivían las marionetas en la
antigua Grecia fue destruido, y terminaron siendo un arte menor, y que por
desgracia hoy en día sigue siendo así.
TÍTERES COMO HERRAMIENTA PEDAGÓGICA
El títere es un vehículo de crecimiento grupal y, según el contexto, también un recurso didáctico.
La realidad actual comporta una gran
falta de seguridad que se traduce en : violencia en todas sus expresiones,
ausencia de valores e incertidumbre, reflejos ambas de promesas incumplidas de
un mundo de paz y de una sociedad más justa, y ausencia de modelos que encarnen
los ideales de la humanidad. Esta realidad nos lleva a volvernos más
individualistas y competitivos y se generan todo tipo de bloqueos, emocionales
y físicos. Queremos ofrecer elementos que les den la posibilidad a los niños de
abrir canales de comunicación; en los títeres encontramos un vehículo
posibilitador de catarsis, un recurso que da lugar a tramitar al niño su propia
realidad. Su empleo en la escuela como técnica expresiva es muy importante, ya
que la personalidad del títere adquiere características del intérprete-niño,
que se comunica con los otros títeres casi sin darse cuenta.
En el plano pedagógico, en lo que hace a
la enseñanza del lenguaje, esta actividad teatral permite al niño hablar,
mejorar su lenguaje y enriquecer su vocabulario. A su vez, su importancia
radicará en el proceso que protagonizará cada niño al realizar sus propios
títeres, manipularlos ensayando diferentes movimientos, interactuar con los
títeres de sus compañeros, improvisar diálogos, pensar en un guión asistido por
la docente, dramatizar cuentos. Todas esas actividades se fundamentan en la
nueva ética de la educación, que tiende a hacer del niño y del individuo en
general, protagonista de su propio aprendizaje y su desarrollo cultural, al
pasar el eje de la actividad por el alumno.
Juego e improvisación con títeres: implicancias pedagógicas
Los Nuevos Diseños Curriculares ponen su acento en formar niños
perceptivos, críticos y creativos. El desarrollo de la creatividad es tarea de
todo educador. ¿Cómo podemos entonces desarrollar la creatividad en los niños?
La única manera es crear espacios y medios de expresión que posibiliten que
nuestros alumnos manifiesten sus sentimientos e ideas habitualmente inhibidas e
inexpresivas.
La expresión es siempre acción, un hacer, un construir. Y uno de los medios
más idóneos para ejercer y desarrollar la creatividad es el juego. Aquí es
donde podemos destacar la importancia del juego dramático y del juego teatral.
Como afirma Roberto Vega en El Teatro en la Educación, las posibilidades
educativas del teatro ...responden directamente a la nueva ética
de la educación, que tiende a hacer del individuo protagonista de su propio
aprendizaje y su desarrollo cultural, haciendo pasar el eje de la actividad por
el alumno,; tal actitud democrática da responsabilidad a los educandos en el
proceso de crecimiento, propone soluciones como individuos y como grupo, y con
la posibilidad de encontrarlas y también de equivocarse, valoriza el poder
educador del grupo..
La función del docente que aplica juegos teatrales no es formar actores
sino utilizar el teatro como un vehículo de crecimiento grupal y, según el
contexto, también como recurso didáctico. Dentro de estos juegos teatrales es
que incluimos la improvisación con títeres. El empleo del títere en la escuela
como técnica expresiva es muy importante, ya que la personalidad del títere
adquiere características del intérprete-niño, que se comunica con los otros
títeres casi sin darse cuenta.
Esta actividad teatral permite al niño hablar, mejorar su lenguaje y
enriquecer su vocabulario. A su vez, cada niño que participa en la
improvisación escucha atentamente a los otros personajes y aprende a reaccionar
ante las propuestas del otro. Jugando con estas identidades prestadas aprenden
a expresarse oralmente y, a su vez, a escuchar a sus compañeritos.
Diferenciaremos el juego y la improvisación con títeres de la
representación con títeres.
El juego con títeres es un juego exploratorio y paralelo. Los niños juegan con los títeres,
probando sus posibilidades individualmente o en grupo. No hay público
espectador.
Las improvisaciones pueden ser producto de ese mismo juego con los muñecos o ponerse al
servicio de consignas específicas dadas por el docente. En estas
improvisaciones ya existe un conjunto de acciones y un conflicto. Estas
acciones han sido previamente pensadas para llevarlas a la práctica. El docente
puede formar grupos de no más de dos o tres niños, para que éstos tengan la
posibilidad de relacionarse y escucharse. Estas improvisaciones pueden contar
con espectadores o no.
La representación consistirá en la obra de teatro que se lleva a cabo, respondiendo a un
texto escrito o no y que ha sido ensayada y dirigida. Dentro de estas
representaciones incluiremos las realizadas por los mismos chicos y las
realizadas por los docentes para un público infantil.
En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los mismos niños,
éstas formarán parte de un proceso durante el cual los chicos participarán en
el armado de los títeres y la decoración del teatrito. Esta actividad será muy
enriquecedora pero el niño aquí no gozará de la misma libertad, manipulará su
títere y lo hará actuar sin jugar, siguiendo las directivas del docente y
acotando sus diálogos a un guión previamente establecido.
Lo expresado anteriormente no supone que el trabajar sobre un tema
preestablecido limite obligatoriamente las posibilidades creativas y de
expresión de los niños, siempre y cuando esta actividad que se realice en el
ámbito escolar se aborde utilizando al títere como un medio a través del cual
los niños puedan expresarse y no intentando obtener de ellos manifestaciones
artísticas. Su importancia radicará en el proceso que protagonizará cada niño
al realizar sus propios títeres, pensar en un guión, adornar con la ayuda de la
docente el teatrito, seleccionar la música adecuada. No se exigirá un producto
final de una calidad artística destacada sino que el acento estará puesto en el
producto.
En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los docentes, el
niño se transformará en un espectador y como tal, también movilizará una rica
gama de experiencias de aprendizaje.
El teatro permite a los niños espectadores...procesos de identificación que
llevan a compartir diferentes emociones y avatares que viven los personajes;
sugiere muchas realidades que favorecen el desarrollo de la imaginación y la
creatividad, estableciendo, a la vez, una distancia que impide que queden
adheridos a ellos confundiendo sus deseos y temores.... El contacto con esta
manifestación artística es, sin embargo, poco frecuente en la realidad de los
niños que transitan estas secciones. Por eso reviste gran importancia que la
escuela vehiculice el acceso al teatro como bien cultural al que tienen derecho
de conocer y disfrutar, iniciándolos en el rol de espectadores teatrales. (Diseño Curricular para
la Educación Inicial. Niños de 4 y 5 años. Literatura, pág. 350)
Clasificación de Títeres
Son aquellos cuyo movimiento se consigue articulando los miembros del
muñeco y moviéndolos mediante unas varillas. Existen muchos tipos de títeres de
varilla, una descripción un poco más amplia podría ser la siguiente:
Muñeco que consiste en un vástago central como armazón del cuerpo, que se
sostiene sobre una peana y dos brazos, a cuyos extremos van sujetas dos
varillas de metal o madera. Puede ser manejado por una o dos personas, una
sujetando la parte del cuerpo y otra controlando el movimiento de los brazos.
En la peana central puede tener incorporada una “pistola”, es decir, un
mecanismo, normalmente de madera, desde el cual se pueden controlar los
movimientos de partes de la cabeza o el rostro del títere: como los ojos, la
boca, las cejas, etc.
A su vez estos títeres pueden combinarse con otras técnicas, como por
ejemplo, con guante para el movimiento de la cabeza y varillas para el de las
manos; también, y en el mismo sentido que en el anterior, podemos ver la
utilización de “muppets” para la cabeza (que a diferencia del anterior, puede
tener movimiento de boca) y varillas para el movimiento de los brazos y manos.
· Muppets
De “Marionetts” y “Puppets” son el tipo de marionetas creadas por Jim
Henson y conocidas sobre todo por los programas de televisión “Sesam Street” y
“The Muppets Show”.
La diferencia más notable en relación con otro tipo de marionetas es el
movimiento de sus bocas que se articulan con el movimiento de una de las manos
del titiritero. Esta característica dota a ésta marioneta de una gran
expresividad en rostro, y ésa es una de las razones para su utilización en
televisión.
El cuerpo del muppets está soportado por el brazo del titiritero. Y los
brazos son movidos por varillas, desde abajo. En otra variante, una de las
manos del manipulador entra en un guante que forma la mano de la marioneta. En
algunos países, como es el caso de México, son conocidos como “bocones”.
· Bunraku
Teatro de títeres tradicional de Japón, cuyos orígenes se remontan a la
segunda mitad del siglo XVII, y cuyo centro geográfico es la ciudad de Osaka.
En la actualidad esta técnica, o variantes creadas a partir de ella, se
usan con profusión en el teatro de títeres de todo el mundo.
En su forma tradicional japonesa el escenario es un corredor de escasa
profundidad, provisto de una barandilla o parapeto de madera, por encima del
cual asoman los títeres, que son de madera, articulados, que van ataviados a la
usanza japonesa y que manejan dos o tres titiriteros a la vista del público. El
relato que escenifican las marionetas es cantado o recitado por un narrador, al
que acompaña un músico que toca el “samisen” (instrumento similar al laúd).
Cada uno de los tres titiriteros que manipulan un muñeco tiene una categoría y
desempeña una función distinta: el Maestro, que viste traje de samurai, mueve la
cabeza y el brazo derecho; un Primer Ayudante mueve el brazo izquierdo y un
Segundo Ayudante los pies. Los dos ayudantes visten de negro de la cabeza a los
pies, con lo cual pasan inadvertidos, frente al colorido del decorado. Las
obras que representa el Bunraku tradicional son de tipo histórico y legendario.
Las marionetas de Bunraku suelen tener una serie de palancas o resortes en
su interior que posibilita el movimiento de la boca, los ojos, los dedos de la
mano, etc., y que les permiten realizar movimientos delicados y preciosistas.
“El bunraku tiene como característica que son necesarias tres personas para
manipular la marioneta: el que mueve los pies, y que debe tener una experiencia
de quince años, el que mueve la mano izquierda de la marioneta con su mano
derecha, y el manipulador principal, que debe tener al menos treinta años de
práctica para acceder a esta responsabilidad. Esos tres hombres vestidos
completamente de negro para no ser vistos logran un grado de delicadeza y
minuciosidad en la representación muy superior a la que se obtiene con
marionetas de cuerdas o varillas. El bunraku se halla también próximo a la
ópera, dado que una de las personas que declaman canta en algún momento, y es
acompañado por un músico. Entre las formas de teatro tradicional es un género
muy evolucionado que existe desde el siglo XVII”. (Expresado por el director de
cine Takeshi Kitano en una entrevista).
Son aquellos muñecos que se manipulan colocando la mano en su interior.
Llámense de guante porque el vestido que llevan se asemeja a un guante y se
adapta perfectamente a la mano del titiritero. Al ser el movimiento del muñeco
el mismo que efectúa la mano, les confiere una agilidad sorprendente e
inimitable por cualquier otro tipo de muñecos. La continuidad física, entre
manipulador y figura traduce directamente el gesto del primero al gesto de la
segunda.
En sus orígenes, el espectáculo de títeres de guante era rudo y violento.
En Sicilia, es el teatro de Polichinela: elemental y enigmático rito de lucha y
muerte.
Punch y Judy en Inglaterra, don Cristóbal en España, Guignol en Francis,
Kasper en Alemania, Petruska en Rusia; en todos ellos el protagonista dialogaba
con el público y lo implicaba en una alegre serie de asesinatos que se
extienden desde los vecinos hasta los representantes del poder: el policía, el
verdugo, y los personajes sobrenaturales: la muerte, el diablo.
· Marote
Marote o Marotte: Marioneta en la que las manos del muñeco han sido
sustituidas por las propias manos del manipulador o manipuladores.
El más básico de ellos se calza sosteniendo el palo que soporta la cabeza
del muñeco con la mano izquierda del titiritero. El brazo derecho se introduce
en la manga del traje del muñeco, sacando la mano por el puño, de tal manera
que haga las veces de mano del muñeco.
Otra variación es que el manipulador introduce su brazo y mano derecho
dentro de la cabeza del muñeco, insertando la mano en un mecanismo que
posibilita que el muñeco pueda abrir y cerrar la boca; el brazo izquierdo del
manipulador se introduce en la manga y a su vez su mano hará las veces de mano del
títere.
Otra variante sobre esta misma es que un manipulador controle cabeza y un
brazo, y otro el cuerpo y la otra mano.
También pueden incorporarse a la marioneta mecanismos de control de ojos,
tanto de dirección como de apertura y cierre.
· Pupi
Tipo de títeres de varilla, manejados desde arriba. El más conocido es el
pupi siciliano.
Tienen sólo una o dos varillas con las que se les desplaza por el escenario, siendo sus movimientos muy esquemáticos y toscos, pero de una asombrosa belleza.
Se dice que nacieron en en el siglo XIX en la Italia Meridional, especializados en el repertorio de novelas de caballerias y sobre todo la historia de Orlando y Rinaldo.
Los espectáculos se presentaban en los barrios humildes por episodios, en series que duraban muchos meses. Los espectadores eran casi exclusivamente hombres y seguían las historias participando de ellas con gran emoción. El pupi se manipula con varillas de hierro: el movimiento se transmite directamente del manipulador al muñeco y ello le confiere inmediatez y energía.
Tienen sólo una o dos varillas con las que se les desplaza por el escenario, siendo sus movimientos muy esquemáticos y toscos, pero de una asombrosa belleza.
Se dice que nacieron en en el siglo XIX en la Italia Meridional, especializados en el repertorio de novelas de caballerias y sobre todo la historia de Orlando y Rinaldo.
Los espectáculos se presentaban en los barrios humildes por episodios, en series que duraban muchos meses. Los espectadores eran casi exclusivamente hombres y seguían las historias participando de ellas con gran emoción. El pupi se manipula con varillas de hierro: el movimiento se transmite directamente del manipulador al muñeco y ello le confiere inmediatez y energía.
Conocida por sus títeres elaborados y
por sus complejos estilos musicales, esta antigua forma de narración se originó
en la isla de Java. Durante diez siglos el wayang se desarrolló en las cortes
reales de Java y Bali, así como en las zonas rurales. El Wayang se ha extendido
a otras islas (Lombok, Madura, Sumatra y Borneo) donde se han desarrollado
varios estilos locales y acompañamientos musicales.
Si bien estas marionetas, cuidadosamente hechas a mano, varían en tamaño, forma y estilo, prevalecen dos tipos principales: la marioneta de madera en tres dimensiones (wayang klitik o golek) y la marioneta para teatro de sombras de cuero plano (wayang kulit), que se proyecta delante de una pantalla iluminada desde atrás. Ambos tipos se distinguen por sus trajes, rasgos faciales y por las partes del cuerpo que se articulan.
El maestro titiritero (dalang) manipula cuidadosamente los brazos mediante varillas muy finas fijadas en las marionetas. Cantantes y músicos tocan melodías complejas de instrumentos de bronce y tambores gamelan.
Si bien estas marionetas, cuidadosamente hechas a mano, varían en tamaño, forma y estilo, prevalecen dos tipos principales: la marioneta de madera en tres dimensiones (wayang klitik o golek) y la marioneta para teatro de sombras de cuero plano (wayang kulit), que se proyecta delante de una pantalla iluminada desde atrás. Ambos tipos se distinguen por sus trajes, rasgos faciales y por las partes del cuerpo que se articulan.
El maestro titiritero (dalang) manipula cuidadosamente los brazos mediante varillas muy finas fijadas en las marionetas. Cantantes y músicos tocan melodías complejas de instrumentos de bronce y tambores gamelan.
En el pasado, los titiriteros se
consideraban expertos literarios que transmitían valores morales y estéticos a
través de su arte. Las palabras y acciones de los personajes cómicos que
representan a la persona común y corriente han servido de vehículo para
criticar los temas sociales y políticos sensibles, y se cree que esta función
especial puede haber contribuido a la supervivencia del wayang a lo largo de
los siglos.
Las historias Wayang han tomado sus personajes de los mitos indígenas, de las epopeyas indias y de los héroes de los cuentos persas. Las técnicas de manipulación, así como las historias, se transmitían oralmente dentro de las familias de los titiriteros y músicos.
Las historias Wayang han tomado sus personajes de los mitos indígenas, de las epopeyas indias y de los héroes de los cuentos persas. Las técnicas de manipulación, así como las historias, se transmitían oralmente dentro de las familias de los titiriteros y músicos.
Espectáculo, o parte de él, que consiste en proyectar la silueta de unas
figurillas en movimiento detrás de una pantalla.
Las figurillas se colocan entre la pantalla y la fuente de luz; lo que se
proyecta, por tanto, es su sombra, que los espectadores ven desde el otro lado.
Las dimensiones y la nitidez de la sombra dependen de la proximidad entre la
figurilla y la pantalla.
Es un tipo de espectáculo muy antiguo y popular en Indonesia y en todo el continente asiático. En Europa se popularizó durante los siglos XVIII y XIX, llegando a alcanzar tanto prestigio como el teatro de marionetas tradicional. La silueta puede ser opaca o traslúcida, tridimensional o plana, articulada o inarticulada, y se mueve con ayuda de varillas o hilos.
Es un tipo de espectáculo muy antiguo y popular en Indonesia y en todo el continente asiático. En Europa se popularizó durante los siglos XVIII y XIX, llegando a alcanzar tanto prestigio como el teatro de marionetas tradicional. La silueta puede ser opaca o traslúcida, tridimensional o plana, articulada o inarticulada, y se mueve con ayuda de varillas o hilos.
Su nombre: Mua Roi Muoc, cuya traducción aproximada es: marionetas
danzantes en el agua. También se las conoce como marionetas acuáticas.
En la orilla de un estanque o de una laguna se levanta una construcción de
ladrillos, de tablas o bambú, con un techo del cual desciende una pantalla o
toldo hasta la superficie del agua. Los habitantes de la aldea se sitúan en las
orillas, y los tambores, gongs e instrumentos populares suenan para anunciar el
inicio de la función.
Detrás de la pantalla o telón se colocan los manipuladores, metidos en el agua hasta la cintura.
Invisible bajo la superficie del agua del estanque, hay una especie de entarimado o rejilla de madera para brindar soporte a los títeres, los cuales se desplazan delante de la pantalla gracias al movimiento que les imprimen las cuerdas, varas o perchas que accionan los operadores.
Detrás de la pantalla o telón se colocan los manipuladores, metidos en el agua hasta la cintura.
Invisible bajo la superficie del agua del estanque, hay una especie de entarimado o rejilla de madera para brindar soporte a los títeres, los cuales se desplazan delante de la pantalla gracias al movimiento que les imprimen las cuerdas, varas o perchas que accionan los operadores.
Las figuras de madera tienen también mecanismos interiores que son
accionados desde lejos por los manipuladores. Así, sobre el agua pueden verse
dragones soltando agua y fuego por sus hocicos y bocas, batallas entre
guerreros a caballo, bailarines, desfiles de soldados y muchachas cabalgando
sobre peces.
Hasta el siglo XIX el sistema de manipulación de las marionetas incluía un
fino hilo de hierro, que dirigía la figura controlando la cabeza, e hilos de
lino para los movimientos de los miembros, para los trucos y las
transformaciones.
Las crucetas o perchas modernas, a la que están unidos muchos hilos de
lino, suelen estabilizar, en cambio, la cabeza con dos hilos desde las sienes y
aumentan las posibilidades y las sutilezas del movimiento.
En la actualidad existen muchos tipos de crucetas y de fijación de los hilos, algunas con nombres concretos: percha checa, percha burma, vertical, horizontal, etc.
El repertorio de las marionetas de hilo incluye reproducciones del teatro con actores, de la ópera y textos autónomos: dramas religiosos, legendarios, históricos, de la “mala vida” y de la crónica negra; comedias de costumbres, farsas procedentes de la Comedia del Arte o de recientes invenciones, espectáculos de variedades en los que predominan los efectos especiales y los trucos escénicos.
Al contrario de los que habitualmente se cree, no es necesaria una
marioneta muy compleja ni muy elaborada para conseguir un efecto escénico
sorprendente. Éste es el caso de la marioneta que vemos en el siguiente video.
Las marionetas de Rajasthán (el mayor de los estados del noroeste de la
India), llamadas Kathputli, son accionadas mediante dos únicos hilos, de los
cuales, uno va desde la cabeza a la cintura de la marioneta, y el otro de una
mano a otra (lógicamente, esos dos hilos van luego a la mano del manipulador).
Aunque, como es lógico, existen numerosas variantes; lo más característico no
obstante, es que se trata de marionetas de hilo que no utilizan ningún mando
para mover los hilos, sino que éstos van directamente a las manos del
titiritero.
La parte inferior del cuerpo se simula con una túnica, dentro de la cual
parece que se mueven las piernas, pero en realidad estas no existen en el
muñeco.
Habitualmente representan episodios de Amar Singh Rathor, ligado a la historia y leyenda del conflicto entre el Hinduísmo y el Islam. Gran parte del espectáculo está formado por los entretenimientos que tienen lugar antes de la contienda, en una gran fiesta en la corte, donde se exhiben bailarinas, malabaristas, equilibristas a caballo, encantadores de serpientes, etc.
Habitualmente representan episodios de Amar Singh Rathor, ligado a la historia y leyenda del conflicto entre el Hinduísmo y el Islam. Gran parte del espectáculo está formado por los entretenimientos que tienen lugar antes de la contienda, en una gran fiesta en la corte, donde se exhiben bailarinas, malabaristas, equilibristas a caballo, encantadores de serpientes, etc.
Suelen ser figuras recortadas en madera o cartón y que son manipuladas con
desde abajo con una varilla. Sus movimientos pueden ser muy sencillos. Muchas
veces se utilizan para contar cuentos y leyendas directamente a los niños, como
complemento de un contador de cuentos, o, también llamado, cuentacuentos. Se
puede utilizar solo, es decir sin escenografía, o estar acompañados de su
propio teatrillo.
Son pequeñas cabezas que se insertan como un dedal en los dedos de la mano,
convirtiéndose el personaje en una combinación entre el dedo y la diminuta
cabeza. Llamados también Títeres de Dedo. La ventaja es que un sólo manipulador
puede tener en escena hasta diez personajes, a uno por dedo.
Para el movimiento de estos títeres, que
pueden ser siluetas o enteramente corpóreos, se utilizan distintas partes del
cuerpo del titiritero como cuerpo del personaje, generalmente la mano; pero
pueden ser otras partes, como la rodilla, el codo, etc.
También llamadas marionetas de manipulación a la vista. Cogemos parte de la
definición de Concha de la Casa y Raquel Noarbe: “Consiste en un objeto
que el manipulador va accionando o desplazando frente al público en una acción
dramática o haciendo participar al espectador”.
Son aquellos que están sujetos a través de una varilla colocada en su parte
inferior a un soporte de madera, al cual que se le denomina “peana”.
El movimiento de sus extremidades se consigue acompañado de varillas.
Existen títeres de peana simple, generalmente para manipular personajes humanos, y títeres de doble peana para animales. En su versión más tradicional el títere de peana se desplaza sobre una pista situada por debajo del nivel del escenario y se mueve paralelo a la embocadura, el movimiento se limita a izquierda/derecha y derecha/izquierda. De esta manera los pies de la marioneta quedan al nivel del suelo de la escena.
Existen títeres de peana simple, generalmente para manipular personajes humanos, y títeres de doble peana para animales. En su versión más tradicional el títere de peana se desplaza sobre una pista situada por debajo del nivel del escenario y se mueve paralelo a la embocadura, el movimiento se limita a izquierda/derecha y derecha/izquierda. De esta manera los pies de la marioneta quedan al nivel del suelo de la escena.
Aunque también se conocen montajes teatrales que prescinden de la pista o
raíl y la marioneta se desplaza sobre una mesa o tarima, así el movimiento de
las marionetas, además de izquierda/derecha, incorpora también delante/detrás,
así como el desplazamiento diagonal.
Son marionetas -más bien siluetas- de varilla cuyo mecanismo es movido por
el viento. La imagen pertenece al templo Pura Besakih, el “Templo Madre” de
unos 1.000 años de antigüedad, ubicado en Bali.
· Jinete
Modalidad de marioneta en la que la cabeza del muñeco está sostenida por la
cabeza del actor, mediante una gorra, un casco o una especie de cilindro.
Un gran vestido tapa la cabeza y el pecho del actor, que puede así usar sus
manos -enguantadas o no- como si fuesen las manos del títere. Se logra así una
suma de movimientos imposibles de obtener con la clásica mano rígida de otros
muñecos.
Para hacer un TÍTERE DE DEDO
El títere de dedo se pone en el dedo índice y se mueve, inclinándolo hacia
abajo o los lados, el resto de dedos permanece oculto en la mano.
Para su elaboración necesitaremos:
- Plantilla de las partes de
títere.
- Fieltro de distintos
colores.
- Tijeras.
- Papel.
- Pegamento
- Pintura o rotulador
permanente.
En primer lugar recortaremos las piezas de las partes del cuerpo de nuestro
títere de dedo. Se pueden realizar numeroso muñecos: caperucita, el lobo,
deportistas, frutas.
Una vez cortadas todas las partes se calcan en el fieltro y se recortan.
Se Irán superponiendo y pegando todas las piezas, teniendo en cuenta que en
la parte inferior deberemos dejar un hueco para introducir nuestro dedo índice.
Una vez pegadas todas las
piezas pintaremos la cara y demás detalles de nuestro personaje.
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