TÍTERES

El teatro de títeres es muy antiguo. El arqueólogo francés Gayet Jelwis encontró ya en una tumba egipcia una estatuilla de la diosa Isis articulada con hilos. Los asirios, los caldeos y aún más los orientales usaron títeres desde hace muchos siglos.

En general, son de tres tipos: de guantes o guiñoles, de hilos o marionetas y de sombras (manos o siluetas recortadas manipuladas con varillas).

Los muñecos articulados también son frecuentes en la Edad Media y el Renacimiento europeos, y en Inglaterra fue muy popular en la época isabelina. Luego se desarrollaron personajes característicos, como Punch y Judy, igual que de Italia exportaron personajes de la Commedia dell’Arte, como Pulcinella.


MARIONETAS

¿De dónde viene la palabra "marioneta"?
Proviene del francés marionnette, que alude a una imagen de madera, cartón, tela u otro material que representa una figura o un animal, articulado o no, accionado mediante la mano o por medio de hilos. Se utilizaron en Egipto y China, y se extendieron como juguete entre los niños en la Grecia del siglo de Pericles (s. V a. de C.), donde además se usaban para rituales religiosos en forma de figuras de barro tiradas por cuerdas. Durante la Edad Media, las marionetas  alcanzaron gran auge en los teatros ambulantes, y aparecieron tipos sociales como el polichinela inglés o Punch, el turco o Karagöz, etc.. En castellano se registra esta palabra desde el siglo XIX, pero hasta 2001 no tiene su actual acepción, como sinónimo de “títere”, es decir, "muñeco de pasta u otra material que se mueve por medio de hilos y otros procedimiento". Y también, según la RAE, se usa la expresión "marioneta" para designar a la “persona que se deja manejar dócilmente”.

Por su parte, el término "títere" procede del griego titupos, que significa "mono pequeño", posiblemente porque el movimiento de la marioneta puede recordar al de un mono.
Para estudiar la historia del teatro hay, pues, que estudiar, inevitablemente, la historia de las religiones. Las primeras representaciones teatrales son las litúrgicas, pues teatro y religión van unidos en sus inicios. El primer sacerdote es el primer actor, el primer escenario es el primer altar y los primeros fieles son los primeros espectadores. Cuando ante el misterio de la naturaleza hay que crear una figura que la represente, nace el primer ídolo. El ídolo no sólo es la representación del dios en la tierra: el ídolo es la excusa para que a su alrededor se monte un espectáculo, con luces, sus sonidos, sus declamaciones. Al nacer el primer ídolo articulado nació el teatro de muñecos. Pero hay que distinguir entre uno y otro, y no confundir ídolo con muñeco.
La marioneta, que remeda al hombre vivo rompe sus proporciones, que altera su dimensión, fue en opinión de Paul McPharlin, “el siguiente paso” de la máscara. La máscara y la marioneta pudieron ser encarnaciones simultáneas del espíritu mágico y cumplir funciones rituales distintas, sin romper por eso su parentesco.
En lo que concierne al arte y al teatro de los muñecos están todos los autores generalmente de acuerdo que en situar sus inicios en Egipto; de donde pasó a Grecia, particularmente en el arte del mimo que practicaban los helenos.
En Grecia los muñecos animados eran llamados con el nombre de “Neuropasta” y en las ferias y fiestas representaban espectáculos profanos que atraían una multitud de espectadores Xenofonte, en el Symposium, nos cuenta que no sólo actuaban muñecos que representaban figuras humanas sino que también se representaban los personajes de la mitología, los centauros, los muñecos, los faunos… Las pantomimas que se representaban con muñecos eran tanto o más apreciadas que las de actores.
Herodoto, historiador de la antigüedad, consigna las representaciones de muñecos animados en los espectáculos religiosos en Grecia y en el antiguo Egipto, y sabemos que las tragedias de Eurípides se representabas en el teatro de Dionisios. Xenofonte, además habla de un titiritero de Siracusa llamado Poteinos, que movía muñecos en el mismo teatro en el que se representaba a Eurípides.
El más conocido manipulador de muñecos griegos ha sido Photino. Su popularidad ha llegado hasta nosotros a través de múltiples citas de los autores de la época. Hay alusiones a las marionetas en los escritos de Aristóteles, Apuleyo, Marco Aurelio, Petronio. San Agustín anota una representación de marionetas en la Roma decadente. A Photino le habían autorizado los actores a actuar con sus artistas de madera en el teatro de Dionisios, al pie de la acrópolis. Se había instalado, sin duda para ser mejor visto por la asistencia, sobre el thymele, el altar del dios que cada teatro griego tenía en el centro de la orquesta.
Arquímedes tuvo tiempo, entre tantas y tantas complejas ocupaciones como debía de tener, de diseñar y construir complicados muñecos con extraños mecanismos, con los que lograba imitar todos los movimientos humanos. Por desgracia no ha llegado hasta nosotros más que la descripción de los movimientos desarrollados, pero ninguna sobre los mecanismos que los impulsaban. Es decir, sabemos el qué, pero no el cómo.
En cuanto a los muñecos en sí mismos, estaban suspendidos por la cabeza a una vara metálica, con lo que se parecían acaso a las marionetas actuales que se fabrican en Lieja y en Sicilia.
Ya en el tiempo de Pericles las representaciones que se daban en la plaza pública de la ciudad o de la pequeña población eran seguidas siempre por una enorme cantidad de público, niños y adultos. Esa es la característica del teatro de muñecos de esa época y de casi todas las épocas: sirve para divertir indistintamente a los pequeños y a los mayores. En tiempos de Sófocles consta que los muñecos no actuaban sólo en Atenas, sino que recorrían todos los pueblos.
En Atenas, a finales del siglo V antes de Cristo, el muñeco es sujeto de controversia entre los que gustan de sus espectáculos y de los que, como Aristóteles, no ven en él más que puerilidad. Se indigna, porque personalidades importantes se interpretan por los muñecos y los hacen representar en el curso de banquetes para la distracción de sus invitados.
Es innumerable la cantidad de títeres para niños que se han encontrado en las sepulturas infantiles griegas. Era costumbre de la época enterrar a los difuntos con sus objetos personales más queridos, y lógicamente enterraban a los niños con sus juguetes más preciados, su marioneta.
De Grecia pasa la tradición del teatro de muñecos articulados a Roma. Los muñecos griegos son los que los romanos llevaron de sus conquistas. El origen de los muñecos en Roma está indiscutiblemente en Grecia.
Entre los romanos el teatro de muñecos (como el resto de las expresiones teatrales) no estuvo excesivamente considerado. Sus actuaciones fueron pronto asimiladas a los juegos del circo, consentidas y estimuladas para el populacho por cálculo político. Las marionetas no podían faltar en la Roma imperial, como no han faltado en ninguna época en ninguna ciudad. Los romanos, sin embargo, en su gravedad, en su orgullo de ciudadanos privilegiados, en su conciencia de domadores del mundo, tenían prohibido dedicarse a estas artes del mundo, tenían prohibido dedicarse a estas artes menores que desprestigiaban al hombre: las artes de distraer a los otros hombres. Y así los actores (y entre ellos los marionetitas, claro) no podían ser ciudadanos romanos. Se podía ser mago, charlatán, actor o marionetista, sólo en dos casos: o siendo extranjero o siendo esclavo.
Es triste saber que el gran esplendor que vivían las marionetas en la antigua Grecia fue destruido, y terminaron siendo un arte menor, y que por desgracia hoy en día sigue siendo así.


TÍTERES COMO HERRAMIENTA PEDAGÓGICA 


El títere es un vehículo de crecimiento grupal y, según el contexto, también un recurso didáctico.
La realidad actual comporta una gran falta de seguridad que se traduce en : violencia en todas sus expresiones, ausencia de valores e incertidumbre, reflejos ambas de promesas incumplidas de un mundo de paz y de una sociedad más justa, y ausencia de modelos que encarnen los ideales de la humanidad. Esta realidad nos lleva a volvernos más individualistas y competitivos y se generan todo tipo de bloqueos, emocionales y físicos. Queremos ofrecer elementos que les den la posibilidad a los niños de abrir canales de comunicación; en los títeres encontramos un vehículo posibilitador de catarsis, un recurso que da lugar a tramitar al niño su propia realidad. Su empleo en la escuela como técnica expresiva es muy importante, ya que la personalidad del títere adquiere características del intérprete-niño, que se comunica con los otros títeres casi sin darse cuenta.

En el plano pedagógico, en lo que hace a la enseñanza del lenguaje, esta actividad teatral permite al niño hablar, mejorar su lenguaje y enriquecer su vocabulario. A su vez, su importancia radicará en el proceso que protagonizará cada niño al realizar sus propios títeres, manipularlos ensayando diferentes movimientos, interactuar con los títeres de sus compañeros, improvisar diálogos, pensar en un guión asistido por la docente, dramatizar cuentos. Todas esas actividades se fundamentan en la nueva ética de la educación, que tiende a hacer del niño y del individuo en general, protagonista de su propio aprendizaje y su desarrollo cultural, al pasar el eje de la actividad por el alumno.

Juego e improvisación con títeres: implicancias pedagógicas
Los Nuevos Diseños Curriculares ponen su acento en formar niños perceptivos, críticos y creativos. El desarrollo de la creatividad es tarea de todo educador. ¿Cómo podemos entonces desarrollar la creatividad en los niños? La única manera es crear espacios y medios de expresión que posibiliten que nuestros alumnos manifiesten sus sentimientos e ideas habitualmente inhibidas e inexpresivas.
La expresión es siempre acción, un hacer, un construir. Y uno de los medios más idóneos para ejercer y desarrollar la creatividad es el juego. Aquí es donde podemos destacar la importancia del juego dramático y del juego teatral.
Como afirma Roberto Vega en El Teatro en la Educación, las posibilidades educativas del teatro ...responden directamente a la nueva ética de la educación, que tiende a hacer del individuo protagonista de su propio aprendizaje y su desarrollo cultural, haciendo pasar el eje de la actividad por el alumno,; tal actitud democrática da responsabilidad a los educandos en el proceso de crecimiento, propone soluciones como individuos y como grupo, y con la posibilidad de encontrarlas y también de equivocarse, valoriza el poder educador del grupo..
La función del docente que aplica juegos teatrales no es formar actores sino utilizar el teatro como un vehículo de crecimiento grupal y, según el contexto, también como recurso didáctico. Dentro de estos juegos teatrales es que incluimos la improvisación con títeres. El empleo del títere en la escuela como técnica expresiva es muy importante, ya que la personalidad del títere adquiere características del intérprete-niño, que se comunica con los otros títeres casi sin darse cuenta.
Esta actividad teatral permite al niño hablar, mejorar su lenguaje y enriquecer su vocabulario. A su vez, cada niño que participa en la improvisación escucha atentamente a los otros personajes y aprende a reaccionar ante las propuestas del otro. Jugando con estas identidades prestadas aprenden a expresarse oralmente y, a su vez, a escuchar a sus compañeritos.
Diferenciaremos el juego y la improvisación con títeres de la representación con títeres.
El juego con títeres es un juego exploratorio y paralelo. Los niños juegan con los títeres, probando sus posibilidades individualmente o en grupo. No hay público espectador.
Las improvisaciones pueden ser producto de ese mismo juego con los muñecos o ponerse al servicio de consignas específicas dadas por el docente. En estas improvisaciones ya existe un conjunto de acciones y un conflicto. Estas acciones han sido previamente pensadas para llevarlas a la práctica. El docente puede formar grupos de no más de dos o tres niños, para que éstos tengan la posibilidad de relacionarse y escucharse. Estas improvisaciones pueden contar con espectadores o no.
La representación consistirá en la obra de teatro que se lleva a cabo, respondiendo a un texto escrito o no y que ha sido ensayada y dirigida. Dentro de estas representaciones incluiremos las realizadas por los mismos chicos y las realizadas por los docentes para un público infantil.
En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los mismos niños, éstas formarán parte de un proceso durante el cual los chicos participarán en el armado de los títeres y la decoración del teatrito. Esta actividad será muy enriquecedora pero el niño aquí no gozará de la misma libertad, manipulará su títere y lo hará actuar sin jugar, siguiendo las directivas del docente y acotando sus diálogos a un guión previamente establecido.
Lo expresado anteriormente no supone que el trabajar sobre un tema preestablecido limite obligatoriamente las posibilidades creativas y de expresión de los niños, siempre y cuando esta actividad que se realice en el ámbito escolar se aborde utilizando al títere como un medio a través del cual los niños puedan expresarse y no intentando obtener de ellos manifestaciones artísticas. Su importancia radicará en el proceso que protagonizará cada niño al realizar sus propios títeres, pensar en un guión, adornar con la ayuda de la docente el teatrito, seleccionar la música adecuada. No se exigirá un producto final de una calidad artística destacada sino que el acento estará puesto en el producto.
En el caso de las representaciones llevadas a cabo por los docentes, el niño se transformará en un espectador y como tal, también movilizará una rica gama de experiencias de aprendizaje.
El teatro permite a los niños espectadores...procesos de identificación que llevan a compartir diferentes emociones y avatares que viven los personajes; sugiere muchas realidades que favorecen el desarrollo de la imaginación y la creatividad, estableciendo, a la vez, una distancia que impide que queden adheridos a ellos confundiendo sus deseos y temores.... El contacto con esta manifestación artística es, sin embargo, poco frecuente en la realidad de los niños que transitan estas secciones. Por eso reviste gran importancia que la escuela vehiculice el acceso al teatro como bien cultural al que tienen derecho de conocer y disfrutar, iniciándolos en el rol de espectadores teatrales. (Diseño Curricular para la Educación Inicial. Niños de 4 y 5 años. Literatura, pág. 350)


Clasificación de Títeres
·         Títere de varilla
Son aquellos cuyo movimiento se consigue articulando los miembros del muñeco y moviéndolos mediante unas varillas. Existen muchos tipos de títeres de varilla, una descripción un poco más amplia podría ser la siguiente:
Muñeco que consiste en un vástago central como armazón del cuerpo, que se sostiene sobre una peana y dos brazos, a cuyos extremos van sujetas dos varillas de metal o madera. Puede ser manejado por una o dos personas, una sujetando la parte del cuerpo y otra controlando el movimiento de los brazos. En la peana central puede tener incorporada una “pistola”, es decir, un mecanismo, normalmente de madera, desde el cual se pueden controlar los movimientos de partes de la cabeza o el rostro del títere: como los ojos, la boca, las cejas, etc.
A su vez estos títeres pueden combinarse con otras técnicas, como por ejemplo, con guante para el movimiento de la cabeza y varillas para el de las manos; también, y en el mismo sentido que en el anterior, podemos ver la utilización de “muppets” para la cabeza (que a diferencia del anterior, puede tener movimiento de boca) y varillas para el movimiento de los brazos y manos.
·                                                                  Muppets     


De “Marionetts” y “Puppets” son el tipo de marionetas creadas por Jim Henson y conocidas sobre todo por los programas de televisión “Sesam Street” y “The Muppets Show”.
La diferencia más notable en relación con otro tipo de marionetas es el movimiento de sus bocas que se articulan con el movimiento de una de las manos del titiritero. Esta característica dota a ésta marioneta de una gran expresividad en rostro, y ésa es una de las razones para su utilización en televisión.
El cuerpo del muppets está soportado por el brazo del titiritero. Y los brazos son movidos por varillas, desde abajo. En otra variante, una de las manos del manipulador entra en un guante que forma la mano de la marioneta. En algunos países, como es el caso de México, son conocidos como “bocones”.
·         Bunraku

Teatro de títeres tradicional de Japón, cuyos orígenes se remontan a la segunda mitad del siglo XVII, y cuyo centro geográfico es la ciudad de Osaka.
En la actualidad esta técnica, o variantes creadas a partir de ella, se usan con profusión en el teatro de títeres de todo el mundo.
En su forma tradicional japonesa el escenario es un corredor de escasa profundidad, provisto de una barandilla o parapeto de madera, por encima del cual asoman los títeres, que son de madera, articulados, que van ataviados a la usanza japonesa y que manejan dos o tres titiriteros a la vista del público. El relato que escenifican las marionetas es cantado o recitado por un narrador, al que acompaña un músico que toca el “samisen” (instrumento similar al laúd). Cada uno de los tres titiriteros que manipulan un muñeco tiene una categoría y desempeña una función distinta: el Maestro, que viste traje de samurai, mueve la cabeza y el brazo derecho; un Primer Ayudante mueve el brazo izquierdo y un Segundo Ayudante los pies. Los dos ayudantes visten de negro de la cabeza a los pies, con lo cual pasan inadvertidos, frente al colorido del decorado. Las obras que representa el Bunraku tradicional son de tipo histórico y legendario.
Las marionetas de Bunraku suelen tener una serie de palancas o resortes en su interior que posibilita el movimiento de la boca, los ojos, los dedos de la mano, etc., y que les permiten realizar movimientos delicados y preciosistas.
“El bunraku tiene como característica que son necesarias tres personas para manipular la marioneta: el que mueve los pies, y que debe tener una experiencia de quince años, el que mueve la mano izquierda de la marioneta con su mano derecha, y el manipulador principal, que debe tener al menos treinta años de práctica para acceder a esta responsabilidad. Esos tres hombres vestidos completamente de negro para no ser vistos logran un grado de delicadeza y minuciosidad en la representación muy superior a la que se obtiene con marionetas de cuerdas o varillas. El bunraku se halla también próximo a la ópera, dado que una de las personas que declaman canta en algún momento, y es acompañado por un músico. Entre las formas de teatro tradicional es un género muy evolucionado que existe desde el siglo XVII”. (Expresado por el director de cine Takeshi Kitano en una entrevista).

·         Títere de guante
Son aquellos muñecos que se manipulan colocando la mano en su interior. Llámense de guante porque el vestido que llevan se asemeja a un guante y se adapta perfectamente a la mano del titiritero. Al ser el movimiento del muñeco el mismo que efectúa la mano, les confiere una agilidad sorprendente e inimitable por cualquier otro tipo de muñecos. La continuidad física, entre manipulador y figura traduce directamente el gesto del primero al gesto de la segunda.
En sus orígenes, el espectáculo de títeres de guante era rudo y violento. En Sicilia, es el teatro de Polichinela: elemental y enigmático rito de lucha y muerte.
Punch y Judy en Inglaterra, don Cristóbal en España, Guignol en Francis, Kasper en Alemania, Petruska en Rusia; en todos ellos el protagonista dialogaba con el público y lo implicaba en una alegre serie de asesinatos que se extienden desde los vecinos hasta los representantes del poder: el policía, el verdugo, y los personajes sobrenaturales: la muerte, el diablo.
·         Marote
Marote o Marotte: Marioneta en la que las manos del muñeco han sido sustituidas por las propias manos del manipulador o manipuladores.
El más básico de ellos se calza sosteniendo el palo que soporta la cabeza del muñeco con la mano izquierda del titiritero. El brazo derecho se introduce en la manga del traje del muñeco, sacando la mano por el puño, de tal manera que haga las veces de mano del muñeco.
Otra variación es que el manipulador introduce su brazo y mano derecho dentro de la cabeza del muñeco, insertando la mano en un mecanismo que posibilita que el muñeco pueda abrir y cerrar la boca; el brazo izquierdo del manipulador se introduce en la manga y a su vez su mano hará las veces de mano del títere.
Otra variante sobre esta misma es que un manipulador controle cabeza y un brazo, y otro el cuerpo y la otra mano.
También pueden incorporarse a la marioneta mecanismos de control de ojos, tanto de dirección como de apertura y cierre.
·         Pupi

Tipo de títeres de varilla, manejados desde arriba. El más conocido es el pupi siciliano.
Tienen sólo una o dos varillas con las que se les desplaza por el escenario, siendo sus movimientos muy esquemáticos y toscos, pero de una asombrosa belleza.
Se dice que nacieron en en el siglo XIX en la Italia Meridional, especializados en el repertorio de novelas de caballerias y sobre todo la historia de Orlando y Rinaldo.
Los espectáculos se presentaban en los barrios humildes por episodios, en series que duraban muchos meses. Los espectadores eran casi exclusivamente hombres y seguían las historias participando de ellas con gran emoción. El pupi se manipula con varillas de hierro: el movimiento se transmite directamente del manipulador al muñeco y ello le confiere inmediatez y energía.

·         Títere de Wayang
Conocida por sus títeres elaborados y por sus complejos estilos musicales, esta antigua forma de narración se originó en la isla de Java. Durante diez siglos el wayang se desarrolló en las cortes reales de Java y Bali, así como en las zonas rurales. El Wayang se ha extendido a otras islas (Lombok, Madura, Sumatra y Borneo) donde se han desarrollado varios estilos locales y acompañamientos musicales.
Si bien estas marionetas, cuidadosamente hechas a mano, varían en tamaño, forma y estilo, prevalecen dos tipos principales: la marioneta de madera en tres dimensiones (wayang klitik o golek) y la marioneta para teatro de sombras de cuero plano (wayang kulit), que se proyecta delante de una pantalla iluminada desde atrás. Ambos tipos se distinguen por sus trajes, rasgos faciales y por las partes del cuerpo que se articulan.
El maestro titiritero (dalang) manipula cuidadosamente los brazos mediante varillas muy finas fijadas en las marionetas. Cantantes y músicos tocan melodías complejas de instrumentos de bronce y tambores gamelan.
En el pasado, los titiriteros se consideraban expertos literarios que transmitían valores morales y estéticos a través de su arte. Las palabras y acciones de los personajes cómicos que representan a la persona común y corriente han servido de vehículo para criticar los temas sociales y políticos sensibles, y se cree que esta función especial puede haber contribuido a la supervivencia del wayang a lo largo de los siglos.
Las historias Wayang han tomado sus personajes de los mitos indígenas, de las epopeyas indias y de los héroes de los cuentos persas. Las técnicas de manipulación, así como las historias, se transmitían oralmente dentro de las familias de los titiriteros y músicos.

·         Sombras chinescas


Espectáculo, o parte de él, que consiste en proyectar la silueta de unas figurillas en movimiento detrás de una pantalla.
Las figurillas se colocan entre la pantalla y la fuente de luz; lo que se proyecta, por tanto, es su sombra, que los espectadores ven desde el otro lado. Las dimensiones y la nitidez de la sombra dependen de la proximidad entre la figurilla y la pantalla.
Es un tipo de espectáculo muy antiguo y popular en Indonesia y en todo el continente asiático. En Europa se popularizó durante los siglos XVIII y XIX, llegando a alcanzar tanto prestigio como el teatro de marionetas tradicional. La silueta puede ser opaca o traslúcida, tridimensional o plana, articulada o inarticulada, y se mueve con ayuda de varillas o hilos.

·         Marionetas danzantes en el agua

Su nombre: Mua Roi Muoc, cuya traducción aproximada es: marionetas danzantes en el agua. También se las conoce como marionetas acuáticas.
En la orilla de un estanque o de una laguna se levanta una construcción de ladrillos, de tablas o bambú, con un techo del cual desciende una pantalla o toldo hasta la superficie del agua. Los habitantes de la aldea se sitúan en las orillas, y los tambores, gongs e instrumentos populares suenan para anunciar el inicio de la función.
Detrás de la pantalla o telón se colocan los manipuladores, metidos en el agua hasta la cintura.
Invisible bajo la superficie del agua del estanque, hay una especie de entarimado o rejilla de madera para brindar soporte a los títeres, los cuales se desplazan delante de la pantalla gracias al movimiento que les imprimen las cuerdas, varas o perchas que accionan los operadores.
Las figuras de madera tienen también mecanismos interiores que son accionados desde lejos por los manipuladores. Así, sobre el agua pueden verse dragones soltando agua y fuego por sus hocicos y bocas, batallas entre guerreros a caballo, bailarines, desfiles de soldados y muchachas cabalgando sobre peces.

·         Marioneta de hilo

Hasta el siglo XIX el sistema de manipulación de las marionetas incluía un fino hilo de hierro, que dirigía la figura controlando la cabeza, e hilos de lino para los movimientos de los miembros, para los trucos y las transformaciones.
Las crucetas o perchas modernas, a la que están unidos muchos hilos de lino, suelen estabilizar, en cambio, la cabeza con dos hilos desde las sienes y aumentan las posibilidades y las sutilezas del movimiento.

En la actualidad existen muchos tipos de crucetas y de fijación de los hilos, algunas con nombres concretos: percha checa, percha burma, vertical, horizontal, etc.
El repertorio de las marionetas de hilo incluye reproducciones del teatro con actores, de la ópera y textos autónomos: dramas religiosos, legendarios, históricos, de la “mala vida” y de la crónica negra; comedias de costumbres, farsas procedentes de la Comedia del Arte o de recientes invenciones, espectáculos de variedades en los que predominan los efectos especiales y los trucos escénicos.
Al contrario de los que habitualmente se cree, no es necesaria una marioneta muy compleja ni muy elaborada para conseguir un efecto escénico sorprendente. Éste es el caso de la marioneta que vemos en el siguiente video.

·         Marionetas Kathputli

Las marionetas de Rajasthán (el mayor de los estados del noroeste de la India), llamadas Kathputli, son accionadas mediante dos únicos hilos, de los cuales, uno va desde la cabeza a la cintura de la marioneta, y el otro de una mano a otra (lógicamente, esos dos hilos van luego a la mano del manipulador). Aunque, como es lógico, existen numerosas variantes; lo más característico no obstante, es que se trata de marionetas de hilo que no utilizan ningún mando para mover los hilos, sino que éstos van directamente a las manos del titiritero.
La parte inferior del cuerpo se simula con una túnica, dentro de la cual parece que se mueven las piernas, pero en realidad estas no existen en el muñeco.
Habitualmente representan episodios de Amar Singh Rathor, ligado a la historia y leyenda del conflicto entre el Hinduísmo y el Islam. Gran parte del espectáculo está formado por los entretenimientos que tienen lugar antes de la contienda, en una gran fiesta en la corte, donde se exhiben bailarinas, malabaristas, equilibristas a caballo, encantadores de serpientes, etc.
·         Títere Plano
      
Suelen ser figuras recortadas en madera o cartón y que son manipuladas con desde abajo con una varilla. Sus movimientos pueden ser muy sencillos. Muchas veces se utilizan para contar cuentos y leyendas directamente a los niños, como complemento de un contador de cuentos, o, también llamado, cuentacuentos. Se puede utilizar solo, es decir sin escenografía, o estar acompañados de su propio teatrillo.

·         Títere de Dedal
Son pequeñas cabezas que se insertan como un dedal en los dedos de la mano, convirtiéndose el personaje en una combinación entre el dedo y la diminuta cabeza. Llamados también Títeres de Dedo. La ventaja es que un sólo manipulador puede tener en escena hasta diez personajes, a uno por dedo.

Para el movimiento de estos títeres, que pueden ser siluetas o enteramente corpóreos, se utilizan distintas partes del cuerpo del titiritero como cuerpo del personaje, generalmente la mano; pero pueden ser otras partes, como la rodilla, el codo, etc.

También llamadas marionetas de manipulación a la vista. Cogemos parte de la definición de Concha de la Casa y Raquel Noarbe: “Consiste en un objeto que el manipulador va accionando o desplazando frente al público en una acción dramática o haciendo participar al espectador”.
·         Títere de Peana
Son aquellos que están sujetos a través de una varilla colocada en su parte inferior a un soporte de madera, al cual que se le denomina “peana”.
El movimiento de sus extremidades se consigue acompañado de varillas.
Existen títeres de peana simple, generalmente para manipular personajes humanos, y títeres de doble peana para animales. En su versión más tradicional el títere de peana se desplaza sobre una pista situada por debajo del nivel del escenario y se mueve paralelo a la embocadura, el movimiento se limita a izquierda/derecha y derecha/izquierda. De esta manera los pies de la marioneta quedan al nivel del suelo de la escena.
Aunque también se conocen montajes teatrales que prescinden de la pista o raíl y la marioneta se desplaza sobre una mesa o tarima, así el movimiento de las marionetas, además de izquierda/derecha, incorpora también delante/detrás, así como el desplazamiento diagonal.
·         Marionetas de Viento

Son marionetas -más bien siluetas- de varilla cuyo mecanismo es movido por el viento. La imagen pertenece al templo Pura Besakih, el “Templo Madre” de unos 1.000 años de antigüedad, ubicado en Bali.
·         Jinete
Modalidad de marioneta en la que la cabeza del muñeco está sostenida por la cabeza del actor, mediante una gorra, un casco o una especie de cilindro.
Un gran vestido tapa la cabeza y el pecho del actor, que puede así usar sus manos -enguantadas o no- como si fuesen las manos del títere. Se logra así una suma de movimientos imposibles de obtener con la clásica mano rígida de otros muñecos.

Para hacer un TÍTERE DE DEDO

El títere de dedo se pone en el dedo índice y se mueve, inclinándolo hacia abajo o los lados, el resto de dedos permanece oculto en la mano.
Para su elaboración necesitaremos:
-        Plantilla de las partes de títere.
-        Fieltro de distintos colores.
-        Tijeras.
-        Papel.
-        Pegamento
-        Pintura o rotulador permanente.
En primer lugar recortaremos las piezas de las partes del cuerpo de nuestro títere de dedo. Se pueden realizar numeroso muñecos: caperucita, el lobo, deportistas, frutas.
Una vez cortadas todas las partes se calcan en el fieltro y se recortan.
Se Irán superponiendo y pegando todas las piezas, teniendo en cuenta que en la parte inferior deberemos dejar un hueco para introducir nuestro dedo índice.
Una vez pegadas todas las piezas pintaremos la cara y demás detalles de nuestro personaje.

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